MISA EN MONTERREY
5 de junio, 2000 Parroquia Sta. Engracia
Padre Peter Coates L.C.

ANTIFONA DE ENTRADA Una luz eterna, Se�or, brillara para tus martires y viviran para siempre. Aleluya

ENTRADA Maria es el modelo para todos los cristianos de aceptacion del plan de Dios y de esperanza. Maria aprendio en el silencio y en dolor a amar a Dios por encima de todas las cosas. Ella, que sostuvo en sus brazos a su hijo muerto, conoce y comprende mejor que nadie los sentimientos del corazon cuando llega el momento de la despedida. Pero tambien es maestra de esperanza porque supo sostenerse en su fe y creer. Ofrezcamos esta Santa Misa por el eterno descanso del Sr. Felipe Bueno Gonzalez, para que Dios de fortaleza a su familia y nos alcance a todos la gracia de vivir de esperanza en nuestro peregrinar hacia la eternidad. ORACION COLECTA Se�or, que la intercesion de tu martir san Bonifacio, nos ayude a mantener con firmeza y a proclamar con nuestras obras, aquella misma fe que El predico con su palabra y atestiguo con su sangre. Por nuestro Se�or Jesucristo.... LECTURA Dios es la fuente de la paz interior. Y Dios sale a nuestro encuentro siempre en forma humilde, silenciosa y callada. No se nos impone. En estas lecturas tiene algo que comunicarnos. Abramos el corazon a su mensaje y pidamosle la gracia de saber aceptar con paz los caminos misteriosos de Su Amor. PRIMERA LECTURA Han recibido el Espiritu Santo, cuando abrazaron la fe? Lectura del libro de los Hechos de los Apostoles: 19, 1-8 En aquellos dias, mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atraveso las regiones altas de Galacia y Frigia y bajo a Efeso. Encontro alli a unos discipulos y les pregunto: �Han recibido el Espiritu Santo, cuando abrazaron la fe? Ellos respondieron: "Ni siquiera hemos oido decir que exista el Espiritu Santo". Pablo replico: "Entonces, �que bautismo han recibido?" Ellos respondieron: "El bautismo de Juan". Pablo les dijo: "Juan bautizo con un bautismo de arrepentimiento, pero advirtiendo al pueblo que debian creer en aquel que vendria despues de el, esto es, en Jesus". Al oir esto, los disc�pulos fueron bautizados en el nombre del Se�or Jesus, y cuando Pablo les impuso las manos, descendio el Espiritu Santo y comenzaron a hablar lenguas desconocidas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres. Durante los tres meses siguientes, Pablo frecuento la sinagoga y hablo con toda libertad, disputando acerca del Reino de Dios y tratando de convencerlos. SALMO RESPONSORIAL Del Salmo 67 R/. Cantemos a Dios un canto de alabanza. Aleluya Cuando el Se�or actua sus enemigos se dispersan y huyen ante su faz los que lo odian; cual se disipa el humo, se disipan; como la cera se derrite al fuego, as� ante Dios perecen los malvados. R/. Ante el Se�or, su Dios, gocen los justos y salten de alegria. Entonen alabanzas a su nombre. En honor del Se�or toquen la citara. R/. Porque el Se�or, desde su templo santo, a huerfanos y viudas da su auxilio; El fue quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza a los cautivos. R/. ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO R/. Aleluya, Aleluya Si han resucitado con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde esta Cristo, sentado a la derecha de Dios. R/. EVANGELIO Tengan valor, porque yo he vencido al mundo Lectura del santo Evangelio segun san Juan: 16, 29-33 En aquel tiempo, los disc�pulos le dijeron a Jesus: "Ahora si nos estas hablando claro y no en parabolas. Ahora si estamos convencidos de que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por eso creemos que has venido de Dios." Les contesto Jesus: "�De veras creen? Pues miren que viene la hora, mas aun, ya llego, en que se van a dispersar cada uno por su lado y me dejaran solo. Sin embargo, no estare solo, porque mi Padre esta conmigo. Les he dicho estas cosas, para que tengan paz en mi. En el mundo tendran tribulaciones; pero tengan valor, porque yo he vencido al mundo". Palabra del Se�or. HOMILIA Cristo, en el evangelio, nos dice, ' Les he dicho estas cosas, para que tengan paz", palabras muy adecuadas, yo diria, muy necesarias para este momento, para esta celebracion, para esta ocasion de la muerte de Don Felipe. Si en este momento pudiera preguntar a la esposa de Don Felipe y a cada uno de los hijos y quizas a cada unos de los nietos, "� Como se sienten?", Si fueran sinceros, no me dirian " Estamos muy bien", porque seria una mentira. Yo creo que ante la muerte de un ser querido, por mas fe que uno tiene, por mas explicaciones que uno se da, y aqui podria haber muchos motivos de consuelo: una vida larga, una vida fecunda, una vida donde hubo mucho amor y donde tienen muchos recuerdos muy hermosos, una vida de salud y una muerte casi instantanea sin tener que pasar por el camino del dolor, del sufrimiento, de la enfermedad. Quiza hay muchas maneras, como en estas ocasiones tendemos, de minorar el dolor. Y sin embargo, siempre hay dolor: cuando muere un ni�o, cuando muere una persona madura, cuando muere un anciano. No hay edad, no hay situacion, no hay condicion f�sica. Y uno dice que bien llegar a esa hora, me siento feliz porque Dios me llamo. Tendriamos que ser angeles, y no lo somos. Sentimos, sufrimos, lloramos, somos humanos, y queremos a las personas y queremos que las personas esten con nosotros. Sin embargo, en estos dias que estamos celebrando estos grandes misterios de la vida de Cristo: su muerte y su resurreccion, ayer la fiesta de la ascension, proximamente la de pentecostes, la venida del Esp�ritu Santo y todo esto, nos ayuda a todos, me ayuda a mi, a entender todavia mas: �Cual es el sentido de mi vida? �Que es lo que estoy haciendo aqui? � Para que estoy aqui ? Y todos nosotros estamos de camino, somos peregrinos, vivimos aqui por una etapa: pueden ser diez a�os, pueden ser setenta o ochenta, pero a la luz de la eternidad siempre estamos aqui para cumplir una mision, y tenemos que rendir cuentas a Dios Nuestro Se�or. Lo importante, lo unico importante es poder llegar con Dios y decirle, " Se�or, he cumplido la mision." Y asi van pasando las generaciones, nuestros papas pasaron delante de nosotros, algun dia nos tocara a nosotros, y despues les tocara a los ni�os: crecer, morir y presentarse ante Dios. La muerte siempre provoca dolor, a veces confusion, a veces consternacion. Y es en ese momento, y en este momento preciso que estamos viviendo que resuenan unas palabras de Cristo tan importantes y tan importantes en estos momentos, cuando el nos dice, y el sabe perfectamente bien lo que sucede en el corazon de cada uno de nosotros. sabe perfectamente bien lo que cada uno de nosotros necesitamos mientras lloramos la muerte de un esposo, de un papa, de un abuelo, de un amigo. Y este Cristo nos dice, "Ven a mi, ven a mi, Tu, que te sientes fatigado y agobiado por el camino, Tu, que te sientes fatigado y agobiado por este dolor, Tu que no puedes entender con tu mente lo que esta pasando, ven a mi, acercate a mi, abrazame a mi, y yo sabre consolarte, yo sabre darte esa paz, esa fortaleza. Quiza no para entender, porque no son cosas que se puedan entender. Quiza paz y serenidad para aceptar con fe y con amor, una voluntad, un destino, un movimiento de Cristo. Y nosotros, dentro de nuestro dolor y de nuestra desilusion, nos acercamos a Dios, entonces sentimos, no solamente paz, me atreveria a decir, alegria, felicidad, gozo, por un hermano que ha cumplido su mision, y un hermano que ha alcanzado el triunfo eterno. El lenguaje humano, sobre la muerte, no tiene nada que ver con el lenguaje de la fe. Lo mismo que con los ojos humanos ven la vida de una manera muy distinta que como se ve la vida con los ojos de fe. Y si estamos aqu� hoy, en esta celebracion, es precisamente para suplicarle a Nuestro Se�or, " Dame esta fe, dame esa fortaleza, ayudame a entender con los ojos de la fe, lo que no alcanzo a ver con los ojos del cuerpo. Ayudame a amar con un corazon de fe, lo que no puedo amar con un corazon humano. Ayudame a aceptar esta voluntad tuya, como lo mejor, como lo perfecto, como la culminacion de un camino en el amor. Celebremos esta eucaristia, acerquemonos a Cristo en la Eucaristia, como El nos dice. Creeme, acercate, amame. Tu que estas fatigado y agobiado por el camino, yo te dare vida, yo te dare paz, yo te dare gozo. En el nombre del Padre, del hijo y del Esp�ritu Santo. Amen. ORACION DE LOS FIELES Por la Santa Iglesia de Dios, para que el Esp�ritu Santo la asista y sus hijos permanezcamos firmes en la esperanza y unidos en la caridad, roguemos al Se�or. Por el Santo Padre, para que reciba el consuelo de nuestra fidelidady, Dios lo llene de su gracia, su sabiduria y su fortaleza, roguemos al Se�or. Por el eterno descanso de nuestro abuelito, Pipe para que Cristo premie sus incansables trabajos y sacrificios con la felicidad eterna y el gozo indescriptible de la posesion de Dios, roguemos al Se�or. Por la familia Bueno Viesca para que Dios les conceda la fortaleza y la fe en el amor de Dios que nunca nos abandona, roguemos al Se�or. Por todas las personas que estuvieron cerca del Sr. Felipe, Y colaboraron para que el llegara al cielo, para que confiando plenamente en Mar�a reciban por su bondadosa intercesion la recompensa merecida por su ayuda y generosidad, roguemos al Se�or. Por las vocaciones, para que Dios nos bendiga con abundantes vocaciones, y los jovenes que sientan el llamado sean generosos para seguir el camino de un amor exclusivo a Cristo y a la Iglesia, roguemos al Se�or. OFERTORIO Todo lo que no se da, se pierde; el Sr. Felipe Bueno supo entregar dia a dia su vida a traves de la entrega a su familia y a sus seres queridos. Porque lo dio todo, ahora ha ganado todo. En este momento de la consagracion, Cristo de nuevo muere para ense�arnos que hay que morir para vivir. En la patena esta ofrecido el sacrificio de Cristo. Ofrezcamos tambien nosotros nuestro corazon para que Dios santifique nuestras vidas. AGRADECIMIENTO POR PARTE DEL TIO ROGELIO BUENO Me van a permitir un momentito, muy breve, pues me pidieron que fuese muy breve para no entretenerlos. No les puedo dejar de decir lo que siento en este momento muy intensamente en mi corazon. Ahorita que acabo de escuchar el coro, me acorde de la semana pasada en el periodico local en donde se participo la celebracion de esta misa, de la muerte de mi hermano Felipe. Aparec�a un pensamiento que a m� me parecio mucho muy hermoso. Lo acabo de escuchar de nuevo en el coro. Me parecio muy hermoso y lo ubique directamente en la forma en que Felipe mi hermano pudo haber recibido en ese momento en su caminar de su vida las palabras que me voy a permitir repetir. Este pensamiento Dice, "Se�or, me has mirado a los ojos". Creo que Felipe mi hermano sintio ciegamente la mirada dulce, amorosa, del Se�or, Nuestro Dios. "Y sonriendo has dicho mi nombre". Quiero pensar que Felipe mi hermano escucho la voz del Se�or; escucho su nombre, y estuvo listo para el encuentro con el Se�or. " En la arena, he dejado mi barca". Ahi estaba su barca, repleta hasta los bordes, de obras buenas, de exitos, fracasos, de limitaciones, de muchas horas de trabajo, de muchos dias y horas de felicidad con su esposa Beatriz y con sus hijos. Una vida plena, una vida llena, llena. "Junto a Ti buscare otro mar" Junto al Se�or se fue, junto al Se�or, en busca de otro mar. El mar del cielo, el mar de la eternidad, y ahora, el ya goza de la vida eterna. Perdonenme que haya tomado mas tiempo, pero les quiero dar las gracias a todos, de parte de mi cu�ada Beatriz, de sus hijos y de mis sobrinos, de parte de la familia, nos reconforta mucho y nos alivia mucho sentir la amistad de ustedes, sentirlos a ustedes presentes en esta celebracion. Muchisimas, muchisimas gracias por acompa�arnos, Gracias. SALIDA Morir, solo es morir. Morir se acaba. Es cruzar una puerta y encontrar lo que tanto se buscaba. Es acabar de llorar y hacer preguntas, es dejar el dolor y abrir la ventana a la Luz y a la Paz. Es encontrarse cara a cara con el Amor de toda la vida. Salgamos de esta Santa misa con el corazon henchido de esperanza y hasta de alegr�a en la fe, porque tenemos la certeza de que nuestros seres queridos, ya fallecidos, viven en Dios, y por eso estaran con nosotros para siempre.